jueves, 23 de mayo de 2013


Articulo de Opinión

Coliseum “Tauromaquium”

Un amigo mío una vez me comento: “Es triste que el edificio mas reconocido e importante de la ciudad este dedicado a la muerte. No es mas que otro Coliseo Romano”

El arquitecto donostiarra, Francisco Urcola, no hizo una plaza de toros normal, no atendió a las necesidades reales de la ciudad, simplemente creo un nuevo Coliseo Romano. Se paso de una plaza de 900 plazas, a otra de 14.000 localidades. Este brutal cambio se acentúa si pensamos que por aquella época Pamplona contaba con 30.000 habitantes. Es decir que prácticamente la mitad de la población de Pamplona cabía en ese templo dedicado a la fiesta, la pasión y al toro.

 Como sabia La Casa Misericordia la trascendencia que tendría en un futuro la plaza de toros. Como sabia que pasar de 900 a 14.000 plazas no era una idea de locos, como sabia que la visitarían gente de todos los sitios del mundo, como sabia, que a la larga se convertiría en el corazón de una de las fiestas mas conocidas del mundo.

 Quizá nos sorprendamos al ver las similitudes con el famoso anfiteatro romano. El cuerpo de principal de la plaza se resuelve a la manera de un gran arco de triunfo, por el cual los victoriosos y afamados toreros salen como triunfadores después de haber mirado a los ojos a la muerte y haber sobrevivido, igual que los gladiadores romanos. También podemos apreciar el estilo clásico de la plaza, apreciando los tan afamados órdenes arquitectónicos romanos. En la plaza de Pamplona se pueden observar dos: el jónico, en el cuerpo principal, y el dórico, alrededor del ruedo. Otra cosa en común que les caracteriza es su emplazamiento. Ambos se encuentran situados en el corazón de sus respectivas ciudades, no como en otras, donde edificios similares se encuentran a las afueras.

Pero sin duda donde más guardan relación es en su fin. En la sangre derramada sobre la arena. Puede sonar fuerte pero así es. Son lugares donde se sacia ese gusto por la sangre y la muerte que todos guardamos dentro. Esta afirmación puede parecer propia de un asesino en serie. Pero no nos engañemos, actualmente en la sociedad donde vivimos la sangre vende y mucho, es un hecho. Películas, videojuegos, incluso los noticiarios de televisión dan prioridad a temas donde aparezcan vísceras y sangre por todos lados.

La plaza de toros no es un lugar de muerte. Es un lugar de fiesta y alegría, donde se rinde homenaje al toro. Un animal venerado en nuestra ciudad, venerado por su bravura, venerado por su nobleza y honor, un animal que no se da por vencido hasta que cae muerto. El toro de lidia es una joya y tiene una vida envidiable.

Si no te gusta el sufrimiento de un animal no mires, hay mucha gente que no ve un solo toro y participa en la corrida.  Participa en la fiesta del toro. Por que repito los San Fermines son una fiesta taurina y la plaza de toros es nuestro Coliseum, es el lugar donde habita la esencia de las fiestas.

Eloy García Bernal

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